Un lugar para mis piernas largas de Paula Giglio es un libro urbano, casi un retrato de Buenos Aires. Pero tiene una mirada particular, la de quien se considera una extranjera en la ciudad, “una campesina”, incluso, riéndose de ella misma. Quizás es el contraste de la ciudad con la mirada ajena, y con una ciudad diferente -la ausente, la ciudad nunca mencionada de la que viene la autora, que se construye por la negativa- lo que vuelve la descripción tan precisa.
Un lugar para mis piernas largas de Paula Giglio es un libro urbano, casi un retrato de Buenos Aires. Pero tiene una mirada particular, la de quien se considera una extranjera en la ciudad, “una campesina”, incluso, riéndose de ella misma. Quizás es el contraste de la ciudad con la mirada ajena, y con una ciudad diferente -la ausente, la ciudad nunca mencionada de la que viene la autora, que se construye por la negativa- lo que vuelve la descripción tan precisa.