El esclavo de la Al-Hamra

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Al-Andalus, Granada, 1370. The destiny of the Muslim empire in the West lies in the hands of one man: Ibn Zamrak, vizier to Muhammad V., fights day and night to maintain the balance in the fragile alliances between his Nasrid reign and the Christian kingdoms in the north and the Marinid dynasty in Africa. During long nights of vigil he writes the verses which will beautify the walls of the new palace of the Alhambra.

But the shadows of the past are long and the enemies numerous. The vizier’s hands and soul are blood-stained and in the desert sand at the other side of the Mediterranean Sea lies buried a secret which can destroy him.

Many miles from Granada, in the quarries of the Arabic Al-Mariyyat, in the cold dungeons of Qalat Yasub and in the harem of the Marinid gentlemen of Fez, Ahmed, Abdel and Aixa, victims of the vizier’s pursuit of power, investigate this secret, in which a family was involved a long time ago. They'r out for revenge against Ibn Zamrak, vizier, poet and conspirator whose poetry and ambition know no limits.

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¡Al-Ándalus! En Madinat Garnata, año 748 de la Hégira, un solo hombre soporta sobre sus hombros todo el destino del último reino musulmán en Occidente. Ibn Zamrak, visir de Muhammad V, lucha de sol a sol por mantener el frágil equilibrio de alianzas del reino nazarí con los reinos cristianos al Norte y el reino de los meriníes al Sur, mientras en sus largas noches de insomnio medita los versos que embellecerán las paredes del nuevo palacio de la Al-Hamra.

Pero las sombras de su pasado son alargadas y sus enemigos numerosos. Las manos y el alma del visir están manchadas de sangre y las arenas del desierto al otro lado del mar guardan el único secreto que puede destruirle.

A muchas millas de de allí, en las canteras de Al-Mariyyat, en las frías mazmorras de Qalat Yahsub y en el harén de los señores meriníes de Fez, Ahmed, Abdel y Aixa, víctimas del visir, indagarán ese secreto, en el que su familia se vio involucrada muchos años atrás, y buscarán su venganza contra Ibn Zamrak, político, visir, poeta y conspirador, el hombre cuya poesía, como su ambición, no conoció límites.