Publicada originalmente en un solo volumen en 1956 y reeditada en cuatro tomos en plena dictadura militar , El cuenco de plata reedita, cuatro décadas más tarde, esta monumental compilación que viene a complementar desde una perspectiva ligeramente distinta la Antología del cuento fantástico de Borges, Silvina Ocampo y Bioy Casares. La compilación de Walsh es considerablemente más extensa, e incluye sólo cuentos y no fragmentos, siendo su eje una categoría menos formalizada que lo fantástico: lo extraño. Sorprenderá al lector que el ordenamiento no responda a categorías convencionales de cronología o de nacionalidad, sino a criterios que van hilando página a página una progresión tonal de las distintas modalidades del relato no-realista: lo siniestro, lo maravilloso, el relato de aparecidos, lo alucinatorio, las puertas de la percepción y los otros mundos, las distorsiones de la subjetividad. Los cuentos están precedidos por breves introducciones, igualmente heterodoxas.
Publicada originalmente en un solo volumen en 1956 y reeditada en cuatro tomos en plena dictadura militar , El cuenco de plata reedita, cuatro décadas más tarde, esta monumental compilación que viene a complementar desde una perspectiva ligeramente distinta la Antología del cuento fantástico de Borges, Silvina Ocampo y Bioy Casares. La compilación de Walsh es considerablemente más extensa, e incluye sólo cuentos y no fragmentos, siendo su eje una categoría menos formalizada que lo fantástico: lo extraño. Sorprenderá al lector que el ordenamiento no responda a categorías convencionales de cronología o de nacionalidad, sino a criterios que van hilando página a página una progresión tonal de las distintas modalidades del relato no-realista: lo siniestro, lo maravilloso, el relato de aparecidos, lo alucinatorio, las puertas de la percepción y los otros mundos, las distorsiones de la subjetividad. Los cuentos están precedidos por breves introducciones, igualmente heterodoxas.