La pieza de teatro que aquí se ofrece deja aflorar la sospecha de que no fue el haber tenido razón la causa del hundimiento del Estado jesuita, sino justamente lo contrario: el no haber tenido razón por haber olvidado, descuidado u omitido la línea de una acción salvadora de la obra jesuítica en su conjunto y en todos sus aspectos; el haber permitido precisamente que la utopía dejara de ser utopía cuando estaba por producir su necesaria transformación dialéctica en una realidad histórica concreta, dando cuerpo a una conciencia y a una acción verdaderamente anticoloniales.
Los jesuitas quisieron salvar a los oprimidos, como si estuvieran solos en una parte del mundo, pero se olvidaron de los opresores que dominaban el mundo entero.
La pieza de teatro que aquí se ofrece deja aflorar la sospecha de que no fue el haber tenido razón la causa del hundimiento del Estado jesuita, sino justamente lo contrario: el no haber tenido razón por haber olvidado, descuidado u omitido la línea de una acción salvadora de la obra jesuítica en su conjunto y en todos sus aspectos; el haber permitido precisamente que la utopía dejara de ser utopía cuando estaba por producir su necesaria transformación dialéctica en una realidad histórica concreta, dando cuerpo a una conciencia y a una acción verdaderamente anticoloniales.
Los jesuitas quisieron salvar a los oprimidos, como si estuvieran solos en una parte del mundo, pero se olvidaron de los opresores que dominaban el mundo entero.