“Oh, I´m afraid Watson has seen fit to take yet another wife of late, his fourth or fith, I belive”.
Sherlock Holmes, 1925
Un texto en verdad excepcional, y que demanda su inmediata publicación en nuestro país por méritos propios: en abril de 1925, Sherlock Holmes se encuentra en New York, tras la pista de ciertos documentos robados por una especie de gángster-coleccionista. Para resolver el caso, el detective recurre a la ayuda de dos caballeros excepcionales, Howard Phillips Lovecraft, el famoso Maestro del Horror Cósmico de Providence, y Frank Belknap Long, íntimo amigo de Lovecraft, y autor de relatos fantásticos y de terror, como el justamente célebre Los Sabuesos de Tíndalos.
El texto tiene cierto puntillo cuasi canónico , y en ciertos aspectos, es tan despiadado con Holmes —y con Lovecraft—, que suena a historia real, lo sea o no.
En contra de lo que podría parecer, no se trata de un enfrentamiento de Holmes y los Mitos de Cthulhu, aunque el trasfondo de esta breve novela recrea uno de los relatos más interesantes de Lovecraft, El Horror de Red Hook, que resultó ser una especie de experimento, a caballo entre los relatos del Agente de la Continental de Dashiell Hammett, y los cuentos más macabros del gentleman de Providence.
Weirdbook Press, veterana editorial fundada en 1968 para publicar la revista Weirdbook Magazine , acogió este texto que, a priori, es obra de P.H. Cannon, estudioso de la obra de Lovecraft, y que al parecer, también ha escrito algunos esquivos ensayos que relacionan a los dos Maestros: en este momento, estoy rastreando los trabajos de Cannon. Tengamos paciencia.
Decíamos que el texto es obra del señor Cannon “a priori”... pues resulta que la narración viene contada y firmada por un joven Frank Belknap Long, testigo de los hechos. Para terminar de sembrar la duda, el volumen viene precedido por un prólogo del mismo Long, esta vez el auténtico... y sólo para dejarnos con la misma incógnita. En cualquier caso, nos parece que el texto fue tan notable como para llamar la atención del anciano Belknap Long. Como colofón, un epílogo de un puntilloso Robert Bloch, que se limita a cuestionar el cameo de Harry Houdini en esta historia .
Las numerosas ilustraciones de Stephen E. Fabian, en blanco, negro y gris , no son en verdad brillantes, pero poseen un no sé qué procedente del mundo del pulp americano, al tiempo que un aire a lo Sidney Paget, que las hace terriblemente encantadoras. Sólo por la parte gráfica, ya merece la pena que veamos este volumen en nuestro país.
Creo que Peter Cannon ha participado con un par de pastiches más en alguna de las antologías que realiza el señor Marvin Kaye, pero hasta la fecha, no he podido hacerme con ellas : The Adventure of the Noble Husband en The Confidential Casebook of Sherlock Holmes , y Holmes and the Loss of the British Barque Sophy Anderson en Resurrected Holmes [En este último caso, sí que estamos hablando del mismo señor Cannon]. No sé si estos dos relatos tienen algo que ver con Lovecraft... en fin, habrá que averiguarlo.
Hay, además, un booklet que contiene un “episodio perdido” de Pulptime, acompañado de un pastiche sobre Drácula. Promete.
Repito: merece mucho la pena, y es toda una delicia, en muchos aspectos, ver a Holmes convertido en el vecino neoyorquino de Lovecraft.
“Oh, I´m afraid Watson has seen fit to take yet another wife of late, his fourth or fith, I belive”.
Sherlock Holmes, 1925
Un texto en verdad excepcional, y que demanda su inmediata publicación en nuestro país por méritos propios: en abril de 1925, Sherlock Holmes se encuentra en New York, tras la pista de ciertos documentos robados por una especie de gángster-coleccionista. Para resolver el caso, el detective recurre a la ayuda de dos caballeros excepcionales, Howard Phillips Lovecraft, el famoso Maestro del Horror Cósmico de Providence, y Frank Belknap Long, íntimo amigo de Lovecraft, y autor de relatos fantásticos y de terror, como el justamente célebre Los Sabuesos de Tíndalos.
El texto tiene cierto puntillo cuasi canónico , y en ciertos aspectos, es tan despiadado con Holmes —y con Lovecraft—, que suena a historia real, lo sea o no.
En contra de lo que podría parecer, no se trata de un enfrentamiento de Holmes y los Mitos de Cthulhu, aunque el trasfondo de esta breve novela recrea uno de los relatos más interesantes de Lovecraft, El Horror de Red Hook, que resultó ser una especie de experimento, a caballo entre los relatos del Agente de la Continental de Dashiell Hammett, y los cuentos más macabros del gentleman de Providence.
Weirdbook Press, veterana editorial fundada en 1968 para publicar la revista Weirdbook Magazine , acogió este texto que, a priori, es obra de P.H. Cannon, estudioso de la obra de Lovecraft, y que al parecer, también ha escrito algunos esquivos ensayos que relacionan a los dos Maestros: en este momento, estoy rastreando los trabajos de Cannon. Tengamos paciencia.
Decíamos que el texto es obra del señor Cannon “a priori”... pues resulta que la narración viene contada y firmada por un joven Frank Belknap Long, testigo de los hechos. Para terminar de sembrar la duda, el volumen viene precedido por un prólogo del mismo Long, esta vez el auténtico... y sólo para dejarnos con la misma incógnita. En cualquier caso, nos parece que el texto fue tan notable como para llamar la atención del anciano Belknap Long. Como colofón, un epílogo de un puntilloso Robert Bloch, que se limita a cuestionar el cameo de Harry Houdini en esta historia .
Las numerosas ilustraciones de Stephen E. Fabian, en blanco, negro y gris , no son en verdad brillantes, pero poseen un no sé qué procedente del mundo del pulp americano, al tiempo que un aire a lo Sidney Paget, que las hace terriblemente encantadoras. Sólo por la parte gráfica, ya merece la pena que veamos este volumen en nuestro país.
Creo que Peter Cannon ha participado con un par de pastiches más en alguna de las antologías que realiza el señor Marvin Kaye, pero hasta la fecha, no he podido hacerme con ellas : The Adventure of the Noble Husband en The Confidential Casebook of Sherlock Holmes , y Holmes and the Loss of the British Barque Sophy Anderson en Resurrected Holmes [En este último caso, sí que estamos hablando del mismo señor Cannon]. No sé si estos dos relatos tienen algo que ver con Lovecraft... en fin, habrá que averiguarlo.
Hay, además, un booklet que contiene un “episodio perdido” de Pulptime, acompañado de un pastiche sobre Drácula. Promete.
Repito: merece mucho la pena, y es toda una delicia, en muchos aspectos, ver a Holmes convertido en el vecino neoyorquino de Lovecraft.