Una selección de las páginas de los cuadernos personales de Hopper
Edward Hopper es un nombre fundamental en el arte norteamericano del siglo XX. Sus pinturas, cargadas de melancolía y de fuerza, indagan en la condición del ser humano a la vez ofrecen una visión de Estados Unidos que con el tiempo se ha convertido en icónica.
Los paisajes, las escenas de calle, los interiores de hoteles, cafés, cines y apartamentos, sus solitarias casas… Nada es más americano que la pintura de Hopper. O quizá toda América busca su esencia en las escenas que recoge este autor imprescindible.
Una vez que Hopper terminaba cada cuadro, Josephine, su mujer y pintora ella también, recogía en un cuaderno de notas algunos datos, como el nombre del comprador de la obra o las exposiciones en que esta había participado.
Lo que comenzó siendo un mero libro de contabilidad se convirtió poco a poco en una obra de arte en sí misma: Jo empezó a incorporar pequeñas descripciones de las pinturas, cada vez más complejas, y Hopper añadió un pequeño boceto de cada una de ellas, devolviendo de esa manera la obra a su esencia, a su idea primigenia, tal y como señala Brian O´Doherty en su ensayo.
Este volumen recoge una selección de las páginas de los cuadernos personales de Hopper, que se presentan confrontadas a las obras finales, lo que permite comparar ambos documentos y analizar el método de trabajo de Hopper. Una experiencia única que nos proporciona la posibilidad de ver las obras tal y como las veían ellos, de ser testigos de su relación personal –a veces complicada– y, como propone Deborah Lyons, de entrar de puntillas y sin ser vistos en el estudio de Edward Hopper.
Language
Spanish
Pages
152
Publisher
La Fábrica y el Museo Thyssen-Bornemisza
Release
June 07, 2012
ISBN
8415303793
ISBN 13
9788415303794
Edward Hopper pinturas y dibujos de los cuadernos personales
Una selección de las páginas de los cuadernos personales de Hopper
Edward Hopper es un nombre fundamental en el arte norteamericano del siglo XX. Sus pinturas, cargadas de melancolía y de fuerza, indagan en la condición del ser humano a la vez ofrecen una visión de Estados Unidos que con el tiempo se ha convertido en icónica.
Los paisajes, las escenas de calle, los interiores de hoteles, cafés, cines y apartamentos, sus solitarias casas… Nada es más americano que la pintura de Hopper. O quizá toda América busca su esencia en las escenas que recoge este autor imprescindible.
Una vez que Hopper terminaba cada cuadro, Josephine, su mujer y pintora ella también, recogía en un cuaderno de notas algunos datos, como el nombre del comprador de la obra o las exposiciones en que esta había participado.
Lo que comenzó siendo un mero libro de contabilidad se convirtió poco a poco en una obra de arte en sí misma: Jo empezó a incorporar pequeñas descripciones de las pinturas, cada vez más complejas, y Hopper añadió un pequeño boceto de cada una de ellas, devolviendo de esa manera la obra a su esencia, a su idea primigenia, tal y como señala Brian O´Doherty en su ensayo.
Este volumen recoge una selección de las páginas de los cuadernos personales de Hopper, que se presentan confrontadas a las obras finales, lo que permite comparar ambos documentos y analizar el método de trabajo de Hopper. Una experiencia única que nos proporciona la posibilidad de ver las obras tal y como las veían ellos, de ser testigos de su relación personal –a veces complicada– y, como propone Deborah Lyons, de entrar de puntillas y sin ser vistos en el estudio de Edward Hopper.