Bizancio perduró 800 años, a lo largo de los cuales sus dominios y su poder experimentaron notables fluctuaciones. John Haldon narra la historia desde los días en que el Imperio apenas sobrevivía hasta la época en que su fabulosa riqueza atrajo a mercenarios vikingos y nómadas asiáticos al ejército, cuando su mera presencia en el campo de batalla era suficiente para que los enemigos se avinieran a negociar.
En 1453 el último emperador de Bizancio, Constantino XII, murió luchando en las murallas, en lo que supuso un romántico punto final a la gloriosa historia de este legendario Imperio.
Bizancio perduró 800 años, a lo largo de los cuales sus dominios y su poder experimentaron notables fluctuaciones. John Haldon narra la historia desde los días en que el Imperio apenas sobrevivía hasta la época en que su fabulosa riqueza atrajo a mercenarios vikingos y nómadas asiáticos al ejército, cuando su mera presencia en el campo de batalla era suficiente para que los enemigos se avinieran a negociar.
En 1453 el último emperador de Bizancio, Constantino XII, murió luchando en las murallas, en lo que supuso un romántico punto final a la gloriosa historia de este legendario Imperio.