Ella necesitaba un escándalo, y él podía proporcionárselo...
La reputación de mujeriego y juerguista de Lance Astill llenaba páginas y páginas en la prensa sensacionalista. Había hecho de su misión en la vida rebelarse contra su estricta educación aristocrática y hacer lo que se le antojara sin preocuparse por lo que pensaran de él.
Cuando conoció a la bella Sara Conrad y esta le pidió que la ayudase a escapar de un matrimonio concertado, fue incapaz de negarse, y le propuso que fingieran un romance escandaloso para que su reputación quedara en entredicho y disuadiera a su pretendiente. Se la llevaría fuera del país a vivir con él y anunciarían que se habían comprometido. Lo que no se esperaba era que la atracción que había entre ambos fuera tan fuerte, que acabase sintiéndose tentado de abandonar de verdad su eterna soltería.
Ella necesitaba un escándalo, y él podía proporcionárselo...
La reputación de mujeriego y juerguista de Lance Astill llenaba páginas y páginas en la prensa sensacionalista. Había hecho de su misión en la vida rebelarse contra su estricta educación aristocrática y hacer lo que se le antojara sin preocuparse por lo que pensaran de él.
Cuando conoció a la bella Sara Conrad y esta le pidió que la ayudase a escapar de un matrimonio concertado, fue incapaz de negarse, y le propuso que fingieran un romance escandaloso para que su reputación quedara en entredicho y disuadiera a su pretendiente. Se la llevaría fuera del país a vivir con él y anunciarían que se habían comprometido. Lo que no se esperaba era que la atracción que había entre ambos fuera tan fuerte, que acabase sintiéndose tentado de abandonar de verdad su eterna soltería.