Hay otros mundos, pero están en éste, decía Paul Éluard. Los personajes que pueblan estos dieciocho relatos demuestran que esta máxima es cierta mientras deambulan sin rumbo por la vida en busca de un sitio donde quedarse, una explicación, un motivo para todo esto. Porque hay otros mundos, pero todos tan extraños como éste: la realidad es permeable y en muchas ocasiones se confunde con el sueño, la fantasía o, directamente, la locura.
Hay otros mundos, pero están en éste, decía Paul Éluard. Los personajes que pueblan estos dieciocho relatos demuestran que esta máxima es cierta mientras deambulan sin rumbo por la vida en busca de un sitio donde quedarse, una explicación, un motivo para todo esto. Porque hay otros mundos, pero todos tan extraños como éste: la realidad es permeable y en muchas ocasiones se confunde con el sueño, la fantasía o, directamente, la locura.