El mundo tiene por delante fines del mundo menos especulativos que enfrentar: el cambio climático, el hacinamiento, la sobrepoblación, los recursos naturales, la crisis energética, el acceso y abastecimiento de agua, la contaminación y el llamado apocalipsis bacteriológico; todos ellos problemas que podríamos enfrentar a corto o mediano plazo; algunos incluso ya anunciados como inminentes.
Ensayar desde la ciencia ficción estos escenarios ya no parece tan ingenuo, pues estos ejercicios de imaginación pueden ser también una advertencia para cambiar el rumbo antes de llegar al destino anunciado.
Finalmente, el postapocalipsis parece ser el escenario idóneo para el surgimiento de nuevos impulsos, sean estos utópicos o vitales, tal como ensayan los quince cuentos que integran este segundo número de Espejo Humeante.
El mundo tiene por delante fines del mundo menos especulativos que enfrentar: el cambio climático, el hacinamiento, la sobrepoblación, los recursos naturales, la crisis energética, el acceso y abastecimiento de agua, la contaminación y el llamado apocalipsis bacteriológico; todos ellos problemas que podríamos enfrentar a corto o mediano plazo; algunos incluso ya anunciados como inminentes.
Ensayar desde la ciencia ficción estos escenarios ya no parece tan ingenuo, pues estos ejercicios de imaginación pueden ser también una advertencia para cambiar el rumbo antes de llegar al destino anunciado.
Finalmente, el postapocalipsis parece ser el escenario idóneo para el surgimiento de nuevos impulsos, sean estos utópicos o vitales, tal como ensayan los quince cuentos que integran este segundo número de Espejo Humeante.