Incluidos en cartas, publicados en periódicos y, muchas otras veces, encontrados en los bolsillos de los propios cuerpos, los poemas de los poetas que murieron en la Primera Guerra Mundial constituyen el testimonio singular de una de las épocas más trágicas y fascinantes de la Historia. Es la poesía del horror, de la decepción, de la desesperanza y de la locura, es la única poesía joven con pleno derecho a llamarse así. Es la poesía de la guerra. Es la poesía de los muertos.
Incluidos en cartas, publicados en periódicos y, muchas otras veces, encontrados en los bolsillos de los propios cuerpos, los poemas de los poetas que murieron en la Primera Guerra Mundial constituyen el testimonio singular de una de las épocas más trágicas y fascinantes de la Historia. Es la poesía del horror, de la decepción, de la desesperanza y de la locura, es la única poesía joven con pleno derecho a llamarse así. Es la poesía de la guerra. Es la poesía de los muertos.