En los l�mites entre el romanticismo y el modernismo, la historia ha consolidado el lugar del mexicano Manuel Guti�rrez N�jera. Poeta y narrador, as� como tambi�n un fundamental cronista, quien a pesar de pasar toda su vida en la Ciudad de M�xico saturo la prensa de su pa�s abordando todos los temas, los divinos y humanos. Pero uno de sus mayores intereses fue la preocupaci�n por seguir el curso de las artes esc�nicas en la capital mexicana y principalmente la m�sica, dentro de la cual valora en especial la �pera. Sumido en el instante del espect�culo, su conclusi�n lo hace correr para escribir inmediatamente sobre �l, pero ambiciona sin embargo lo permanente. En este sentido, la apretada selecci�n de poemas de este volumen nuestra c�mo de la vida ten�a una versi�n melodram�tica y c�mo, dotado de opini�n, en medio de inestabilidad emocional, reflexiona sobre el arte, la vida y edifica una meditaci�n que va hasta lo est�tico.
En los l�mites entre el romanticismo y el modernismo, la historia ha consolidado el lugar del mexicano Manuel Guti�rrez N�jera. Poeta y narrador, as� como tambi�n un fundamental cronista, quien a pesar de pasar toda su vida en la Ciudad de M�xico saturo la prensa de su pa�s abordando todos los temas, los divinos y humanos. Pero uno de sus mayores intereses fue la preocupaci�n por seguir el curso de las artes esc�nicas en la capital mexicana y principalmente la m�sica, dentro de la cual valora en especial la �pera. Sumido en el instante del espect�culo, su conclusi�n lo hace correr para escribir inmediatamente sobre �l, pero ambiciona sin embargo lo permanente. En este sentido, la apretada selecci�n de poemas de este volumen nuestra c�mo de la vida ten�a una versi�n melodram�tica y c�mo, dotado de opini�n, en medio de inestabilidad emocional, reflexiona sobre el arte, la vida y edifica una meditaci�n que va hasta lo est�tico.