La señora Lulú se pasa el día regando macetas vacías y hablando sobre flores que nadie ve. Los vecinos se ríen de ella y la llaman "señora Cucú" porque piensan que está chiflada. Hasta que la llegada de un niño nos hace darnos cuenta de algo muy diferente.
La señora Lulú se pasa el día regando macetas vacías y hablando sobre flores que nadie ve. Los vecinos se ríen de ella y la llaman "señora Cucú" porque piensan que está chiflada. Hasta que la llegada de un niño nos hace darnos cuenta de algo muy diferente.