Si le preguntase a cualquier aficionado al terror qué tienen en común los Dioses Primigenios, Miskatonic o Cthulhu, su mente giraría en torno a un nombre. Y si además le añadiese Necronomicón, horror cósmico o Nyarlathotep, respondería sin dudar H.P. Lovecraft.
Desde ahora, gracias a la Concejalía de Juventud e Infancia del Ayuntamiento de Fuenlabrada, se deberá incluir su término municipal en esa lista de palabras clave, porque es lo que han conseguido de forma magistral los trece autores y ocho ilustradores que dan vida a este volumen; hacer de la ciudad de Fuenlabrada un lugar donde el origen y el destino del horror lovecraftiano más genuino confluyen, en un punto cósmico.
Javier Trescuadras
Si le preguntase a cualquier aficionado al terror qué tienen en común los Dioses Primigenios, Miskatonic o Cthulhu, su mente giraría en torno a un nombre. Y si además le añadiese Necronomicón, horror cósmico o Nyarlathotep, respondería sin dudar H.P. Lovecraft.
Desde ahora, gracias a la Concejalía de Juventud e Infancia del Ayuntamiento de Fuenlabrada, se deberá incluir su término municipal en esa lista de palabras clave, porque es lo que han conseguido de forma magistral los trece autores y ocho ilustradores que dan vida a este volumen; hacer de la ciudad de Fuenlabrada un lugar donde el origen y el destino del horror lovecraftiano más genuino confluyen, en un punto cósmico.
Javier Trescuadras