El Hombre y el Tiempo señala la culminación del interés que, durante toda su vida, ha experimentado J. B. Priestley por un enigma que durante siglos ha atormentado por igual a grandes pensadores y a hombre corrientes: el enigma del Tiempo.
Priestley ha dado a esta importante obra la forma de un ensayo poersonal, porque, como dice en su Introducción, todo examen pleno de la naturaleza del Tiempo ha de ser "profundamente subjetivo, perteneciente al íntimo mundo de pensammientos, sentimientos e ideas intuitivas de un hombre..." Una tesis clave de este ensayo personal consiste en que el amplio concepto del Tiempo, y nuestra experiencia del tiempo, incluye mucho más que la clase de tiempo medido por relojes. La creencia convencional de que el tiempo de reloj o "tiempo que pasa" es el único tiempo que existe -y que nuestras vidas están plenamente contenidas en él-, es causa, arguye Priestley, de muchos de los males que aquejan a esta era moderna.
El Hombre y el Tiempo señala la culminación del interés que, durante toda su vida, ha experimentado J. B. Priestley por un enigma que durante siglos ha atormentado por igual a grandes pensadores y a hombre corrientes: el enigma del Tiempo.
Priestley ha dado a esta importante obra la forma de un ensayo poersonal, porque, como dice en su Introducción, todo examen pleno de la naturaleza del Tiempo ha de ser "profundamente subjetivo, perteneciente al íntimo mundo de pensammientos, sentimientos e ideas intuitivas de un hombre..." Una tesis clave de este ensayo personal consiste en que el amplio concepto del Tiempo, y nuestra experiencia del tiempo, incluye mucho más que la clase de tiempo medido por relojes. La creencia convencional de que el tiempo de reloj o "tiempo que pasa" es el único tiempo que existe -y que nuestras vidas están plenamente contenidas en él-, es causa, arguye Priestley, de muchos de los males que aquejan a esta era moderna.