Guadalupe Nettel, Cristina Rivera Garza y Juan Villoro seleccionaron veinte relatos escritos por otros tantos autores mexicanos que aún no habían cumplido cuarenta años. Esa antología se publicó en inglés con motivo de un festejo literario y ahora sale a la palestra en su lengua original. Dejando aparte la presencia tutelar de Juan Rulfo y el eco de la violencia, no hay entre ellos una apreciable unidad temática o estilística, un elemento común más allá de la calidad y la ciudadanía. Estamos ante un conjunto demasiado heterogéneo para hablar de «generación» con un sentido algo más que cronológico. Pero estamos ante un conjunto soberbio.
Guadalupe Nettel, Cristina Rivera Garza y Juan Villoro seleccionaron veinte relatos escritos por otros tantos autores mexicanos que aún no habían cumplido cuarenta años. Esa antología se publicó en inglés con motivo de un festejo literario y ahora sale a la palestra en su lengua original. Dejando aparte la presencia tutelar de Juan Rulfo y el eco de la violencia, no hay entre ellos una apreciable unidad temática o estilística, un elemento común más allá de la calidad y la ciudadanía. Estamos ante un conjunto demasiado heterogéneo para hablar de «generación» con un sentido algo más que cronológico. Pero estamos ante un conjunto soberbio.