"Me siento finita como un papel, casi sin espesor. Hoy el cuerpo manda y la mente acata a regañadientes; es que sin carrocería no vamos a ningún lado. Me descuidé, lo acepto y hoy pago las consecuencias. Sin embargo hace años que trato de sacar con baldes el agua que se mete a raudales en mi barco. Soy rehén de mi cuerpo. Él decide qué se hace y a qué se renuncia. ¡Podríamos funcionar tan bien si nos quisiéramos y respetáramos un poco más! Mi mente y mi cuerpo son un matrimonio a punto de divorciarse, a veces creo que nunca se amaron. Desde que recuerdo se repelen y uno pisa la cabeza del otro sin clemencia. ¡Vamos muchachos! ¡Podríamos estar en la cima si hubiéramos tirado todos para el mismo lado! "
"Me siento finita como un papel, casi sin espesor. Hoy el cuerpo manda y la mente acata a regañadientes; es que sin carrocería no vamos a ningún lado. Me descuidé, lo acepto y hoy pago las consecuencias. Sin embargo hace años que trato de sacar con baldes el agua que se mete a raudales en mi barco. Soy rehén de mi cuerpo. Él decide qué se hace y a qué se renuncia. ¡Podríamos funcionar tan bien si nos quisiéramos y respetáramos un poco más! Mi mente y mi cuerpo son un matrimonio a punto de divorciarse, a veces creo que nunca se amaron. Desde que recuerdo se repelen y uno pisa la cabeza del otro sin clemencia. ¡Vamos muchachos! ¡Podríamos estar en la cima si hubiéramos tirado todos para el mismo lado! "