Una vez los batautos Peluso y Buu estaban jugando a la pelota y la tiraron tan alto, tan alto, que se quedó sobre una nube y nunca más volvió. Hasta que un día, mucho tiempo después, cayó justo, justo sobre ellos.
Una vez los batautos Peluso y Buu estaban jugando a la pelota y la tiraron tan alto, tan alto, que se quedó sobre una nube y nunca más volvió. Hasta que un día, mucho tiempo después, cayó justo, justo sobre ellos.