En vísperas de la caída de Jean Claude Duvalier, "Baby Doc", un marinero de goleta regresa a su Haití natal, tras veinte años de ausencia, atendiendo a la llamada de un sacerdote de vudú que había sido su mejor amigo de infancia. El encuentro del marinero con sus antiguos afectos, sus recuerdos y su tierra, su choque frontal con un país en plena ebullición, acaban precipitando la crisis de un personaje que, casi a su pesar, se ve arrastrado por la vorágine de los acontecimientos. Así pues, el libro combina sabiamente, a la manera de la novela clásica, la narración psicológica con la crónica de actualidad, la descripción de un mundo exótico con la intriga de una trama dramática. El telón de fondo es la atmósfera mágica y sofocante de Haití: el vudú y sus sacerdotes; la tensión de las manifestaciones rebeldes; la amenaza constante de la muerte; los desesperados esfuerzos de "Baby Doc" por impedir lo irreversible.
Hace 20 años, empecé a escribir un cuento sobre la insurrección haitiana contra Jean-Claude Duvalier. Ese cuento trataba de ser un homenaje a la amistad entre dos hombres, un marinero y un sacerdote de vudú, y también al país cuya magia me había seducido desde que era niña. El cuento creció, se me fue yendo apasionadamente de las manos y se convirtió en mi primera novela. Me satisface que Ediciones Callejón rescate estas páginas en momentos en que Haití, de cara a su bicentenario, sigue luchando por su integridad, por su soberanía, y por la amistad en cierta forma; esas alianzas individuales y colectivas, que son las que en definitiva forjan la voluntad de un pueblo.
En vísperas de la caída de Jean Claude Duvalier, "Baby Doc", un marinero de goleta regresa a su Haití natal, tras veinte años de ausencia, atendiendo a la llamada de un sacerdote de vudú que había sido su mejor amigo de infancia. El encuentro del marinero con sus antiguos afectos, sus recuerdos y su tierra, su choque frontal con un país en plena ebullición, acaban precipitando la crisis de un personaje que, casi a su pesar, se ve arrastrado por la vorágine de los acontecimientos. Así pues, el libro combina sabiamente, a la manera de la novela clásica, la narración psicológica con la crónica de actualidad, la descripción de un mundo exótico con la intriga de una trama dramática. El telón de fondo es la atmósfera mágica y sofocante de Haití: el vudú y sus sacerdotes; la tensión de las manifestaciones rebeldes; la amenaza constante de la muerte; los desesperados esfuerzos de "Baby Doc" por impedir lo irreversible.
Hace 20 años, empecé a escribir un cuento sobre la insurrección haitiana contra Jean-Claude Duvalier. Ese cuento trataba de ser un homenaje a la amistad entre dos hombres, un marinero y un sacerdote de vudú, y también al país cuya magia me había seducido desde que era niña. El cuento creció, se me fue yendo apasionadamente de las manos y se convirtió en mi primera novela. Me satisface que Ediciones Callejón rescate estas páginas en momentos en que Haití, de cara a su bicentenario, sigue luchando por su integridad, por su soberanía, y por la amistad en cierta forma; esas alianzas individuales y colectivas, que son las que en definitiva forjan la voluntad de un pueblo.