Habían pasado muchos truenos y llubias y tempestades, y habían pasado también semanas o tal vez días o tal vez siglos, y habían pasado como ráfagas las ilusiones y los despertares después de un día de fiesta y rezos y ceremonias y conmemoraciones. Todo eso había pasado desde que el abuelo se extendió como una sábana en el campo de maíz y se puso a dormir.
Habían pasado muchos truenos y llubias y tempestades, y habían pasado también semanas o tal vez días o tal vez siglos, y habían pasado como ráfagas las ilusiones y los despertares después de un día de fiesta y rezos y ceremonias y conmemoraciones. Todo eso había pasado desde que el abuelo se extendió como una sábana en el campo de maíz y se puso a dormir.