Valdemar marcó un hito en nuestro país en cuanto a las antologías de literatura fantástica y de terror se refiere. «He leído en mi vida muchas docenas de antologías de cuentos de terror, pero me atrevo a decir que ésta las supera a todas, tanto por su generosa amplitud como por el tino de su selección», escribió Fernando Savater, verdadero fan del género. Mil páginas saturadas de los temas clásicos de los cuentos de terror: la muerte, los fantasmas, el diablo, los vampiros, los zombis, los sabios locos, la venganza, la fatalidad...
Un año después, Malos sueños propone tanto una continuidad como un complemento: autores y autoras que por razones de espacio no encontraron cabida en aquel primer volumen disfrutan ahora del lugar que con justicia se merecen. Muchos autores repiten, como es lógico, pues ellos han puesto los cimientos del género.
Sólo nos cabe desear al amable lector que disfrute con los relatos... y que estos malos sueños se conviertan en felices pesadillas.
Valdemar marcó un hito en nuestro país en cuanto a las antologías de literatura fantástica y de terror se refiere. «He leído en mi vida muchas docenas de antologías de cuentos de terror, pero me atrevo a decir que ésta las supera a todas, tanto por su generosa amplitud como por el tino de su selección», escribió Fernando Savater, verdadero fan del género. Mil páginas saturadas de los temas clásicos de los cuentos de terror: la muerte, los fantasmas, el diablo, los vampiros, los zombis, los sabios locos, la venganza, la fatalidad...
Un año después, Malos sueños propone tanto una continuidad como un complemento: autores y autoras que por razones de espacio no encontraron cabida en aquel primer volumen disfrutan ahora del lugar que con justicia se merecen. Muchos autores repiten, como es lógico, pues ellos han puesto los cimientos del género.
Sólo nos cabe desear al amable lector que disfrute con los relatos... y que estos malos sueños se conviertan en felices pesadillas.