El interés que la literatura y el arte manifiestan hoy por la ciencia no es una moda sino el síntoma de una exacerbación en el intercambio de información entre los dos sistemas que llamamos «las dos culturas». Si estas estarán abocadas a auto-organizarse y a mutar o retrocederán a sus cerrados predios aún es cosa incierta. Pero en el entretanto parece posible observar el cómo y el cuánto de sus articulaciones, y revisar algunas capas en la arqueología de las mismas. Los artículos del presente dossier, que iremos secuenciando a lo largo de un mes con dos textos por semana, entran a esta observación desde la perspectiva de la literatura. Entre sus autores hay filólogos investigadores en literatura y ciencia, pero también matemáticos, neurólogos y químicos avezados en la lectura de poesía, teatro o narrativa. Reunidos por la convocatoria del grupo de investigación ILICIA. Inscripciones literarias de la ciencia –embarcado actualmente en un proyecto sobre lenguaje, ciencia y epistemología–, sus contribuciones engarzan matemáticas, metáforas, naturaleza animal, compuestos químicos, estrategias cognitivas, teatralidad, termodinámica, intriga novelesca, percepción o poesía. Pero que esta enunciación desordenada no lleve al lector a pensar en entropía. Pues al fin y al cabo todo ello se plegará aquí al orden narrativo de nuestra lengua natural, ese operador común para todo saber y del que mucho sabe la literatura.
El interés que la literatura y el arte manifiestan hoy por la ciencia no es una moda sino el síntoma de una exacerbación en el intercambio de información entre los dos sistemas que llamamos «las dos culturas». Si estas estarán abocadas a auto-organizarse y a mutar o retrocederán a sus cerrados predios aún es cosa incierta. Pero en el entretanto parece posible observar el cómo y el cuánto de sus articulaciones, y revisar algunas capas en la arqueología de las mismas. Los artículos del presente dossier, que iremos secuenciando a lo largo de un mes con dos textos por semana, entran a esta observación desde la perspectiva de la literatura. Entre sus autores hay filólogos investigadores en literatura y ciencia, pero también matemáticos, neurólogos y químicos avezados en la lectura de poesía, teatro o narrativa. Reunidos por la convocatoria del grupo de investigación ILICIA. Inscripciones literarias de la ciencia –embarcado actualmente en un proyecto sobre lenguaje, ciencia y epistemología–, sus contribuciones engarzan matemáticas, metáforas, naturaleza animal, compuestos químicos, estrategias cognitivas, teatralidad, termodinámica, intriga novelesca, percepción o poesía. Pero que esta enunciación desordenada no lleve al lector a pensar en entropía. Pues al fin y al cabo todo ello se plegará aquí al orden narrativo de nuestra lengua natural, ese operador común para todo saber y del que mucho sabe la literatura.