«—No son leyendas, es cierto, mira escucha Alba... —Sofía se incorporó en su asiento y comenzó el relato—. Se trata de una historia que comienza desde que los guerrilleros, ya sabes, los maquis, tomaran esta zona tras la guerra civil; se dice que fue tanto el odio con el que luchaban contra el bando franquista que todo este se acumuló y formaron entradas a otros mundos...
—Leyendas urbanas... —susurró Ángel que ahora se había tumbado.
—... Ha habido muchos desaparecidos y desde entonces a la gente le da bastante miedo este hecho porque se dice que los que han visto esas especies de puertas secretas y no han entrado a otro mundo, están locos y no reconocen ni a sus familias...
—Leyendas urbanas... —repitió, pero Sofía lo ignoró.
—... Se cuenta que son una especie de puertas a otro lado, con el fin de salvar a los que entren de la maldad de este planeta... pero al estar creados con odio, al otro lado no hay nada más que maldad y venganza...»
«—No son leyendas, es cierto, mira escucha Alba... —Sofía se incorporó en su asiento y comenzó el relato—. Se trata de una historia que comienza desde que los guerrilleros, ya sabes, los maquis, tomaran esta zona tras la guerra civil; se dice que fue tanto el odio con el que luchaban contra el bando franquista que todo este se acumuló y formaron entradas a otros mundos...
—Leyendas urbanas... —susurró Ángel que ahora se había tumbado.
—... Ha habido muchos desaparecidos y desde entonces a la gente le da bastante miedo este hecho porque se dice que los que han visto esas especies de puertas secretas y no han entrado a otro mundo, están locos y no reconocen ni a sus familias...
—Leyendas urbanas... —repitió, pero Sofía lo ignoró.
—... Se cuenta que son una especie de puertas a otro lado, con el fin de salvar a los que entren de la maldad de este planeta... pero al estar creados con odio, al otro lado no hay nada más que maldad y venganza...»