Josef Albers , más célebre hoy por sus vínculos con la Bauhaus y por sus pinturas al óleo de la serie Homenaje al cuadrado , desarrolla durante toda su carrera una importante producción de obra gráfica. Desde los austeros blancos y negros de sus primeras xilografías, cuyos motivos se inspiran en el paisaje de la minería del carbón de su ciudad natal, Bottrop, en la histórica región de Westfalia, hasta los colores vivos y la geometría abstracta de las serigrafías de los años sesenta y setenta, Albers, como tantos otros artistas, se sintió atraído por el grabado debido a la economía de su producción, la libertad de creación y la oportunidad que ofrecía el medio para el ensayo y error, la experimentación y la innovación.
Josef Albers , más célebre hoy por sus vínculos con la Bauhaus y por sus pinturas al óleo de la serie Homenaje al cuadrado , desarrolla durante toda su carrera una importante producción de obra gráfica. Desde los austeros blancos y negros de sus primeras xilografías, cuyos motivos se inspiran en el paisaje de la minería del carbón de su ciudad natal, Bottrop, en la histórica región de Westfalia, hasta los colores vivos y la geometría abstracta de las serigrafías de los años sesenta y setenta, Albers, como tantos otros artistas, se sintió atraído por el grabado debido a la economía de su producción, la libertad de creación y la oportunidad que ofrecía el medio para el ensayo y error, la experimentación y la innovación.