Desde el comienzo de este poemario, observamos que la dedicatoria del mismo va dirigida a su abuela María, que no elude referencias a su propia niñez: en el prologuillo que abre el libro, hablando de las dificultades del lenguaje, nos dice que su época escolar —posiblemente como en tantos escritores— fue poco fructífera en los aspectos lingüísticos y literarios. Esta especie de captatio benevolentiae no está muy justificada, pues hay que indicar que el libro posee un rico lenguaje, del que sería útil hacer un repaso, aunque este no sea el lugar. Podríamos decir que Juan es un escritor autodidacta, con lo positivo que encierra el término en el sentido de que no pertenece a cenáculos ni a grupos intelectuales de salón.
Desde el comienzo de este poemario, observamos que la dedicatoria del mismo va dirigida a su abuela María, que no elude referencias a su propia niñez: en el prologuillo que abre el libro, hablando de las dificultades del lenguaje, nos dice que su época escolar —posiblemente como en tantos escritores— fue poco fructífera en los aspectos lingüísticos y literarios. Esta especie de captatio benevolentiae no está muy justificada, pues hay que indicar que el libro posee un rico lenguaje, del que sería útil hacer un repaso, aunque este no sea el lugar. Podríamos decir que Juan es un escritor autodidacta, con lo positivo que encierra el término en el sentido de que no pertenece a cenáculos ni a grupos intelectuales de salón.