Entrega decimosexta de los diarios de José Luis García Martín. En Venecia comienza y en Venecia termina el viaje al que invitan estas páginas, un viaje en el que cada día ofrece un motivo para la reflexión, la indignación o el asombro. Sin excesiva hipérbole, podría decirse que los diarios de García Martín, en los que nada es ficción, pero todo es literatura, constituyen un nuevo género narrativo. ¿La fórmula? Algo de malicia, ninguna bondadosa bobería, media cucharada de lirismo, una impertinente curiosidad, unas pocas gotas de erudición; todo ello espolvoreado abundantemente de sentido común . Conviene no abusar: nunca empalaga, pero provoca adicción.
Entrega decimosexta de los diarios de José Luis García Martín. En Venecia comienza y en Venecia termina el viaje al que invitan estas páginas, un viaje en el que cada día ofrece un motivo para la reflexión, la indignación o el asombro. Sin excesiva hipérbole, podría decirse que los diarios de García Martín, en los que nada es ficción, pero todo es literatura, constituyen un nuevo género narrativo. ¿La fórmula? Algo de malicia, ninguna bondadosa bobería, media cucharada de lirismo, una impertinente curiosidad, unas pocas gotas de erudición; todo ello espolvoreado abundantemente de sentido común . Conviene no abusar: nunca empalaga, pero provoca adicción.