De Colombia a Afganistán de Israel a Angola.
Son muchos, demasiados, los países que viven o han vivido el azote de la violencia masiva. Y aunque la razón padece el silencio mientras las armas hablan, estos veinte textos demuestran que la lucidez más incisiva puede surgir bajo la opresión o la desesperación. La impotencia y la esperanza ante una ocupación violenta, una lección de perdón de un torturado o la angustia por un atentado muy cercano. Estos son algunos ejemplos de como este libro nos muestra el sinsentido macabro de las guerras y los constantes gritos por la paz que nos llegan desde todos los rincones del planeta.
Las guerras, como las letras, son universales y en este libro, veinte voces de distintos países, entre novelistas, poetas y periodistas que han sufrido situaciones de guerra y de violencia, despliegan textos imponentes y emotivos para mostrarnos todas las caras del sufrimiento y una esperanza razonable hacia la paz.
De Colombia a Afganistán de Israel a Angola.
Son muchos, demasiados, los países que viven o han vivido el azote de la violencia masiva. Y aunque la razón padece el silencio mientras las armas hablan, estos veinte textos demuestran que la lucidez más incisiva puede surgir bajo la opresión o la desesperación. La impotencia y la esperanza ante una ocupación violenta, una lección de perdón de un torturado o la angustia por un atentado muy cercano. Estos son algunos ejemplos de como este libro nos muestra el sinsentido macabro de las guerras y los constantes gritos por la paz que nos llegan desde todos los rincones del planeta.
Las guerras, como las letras, son universales y en este libro, veinte voces de distintos países, entre novelistas, poetas y periodistas que han sufrido situaciones de guerra y de violencia, despliegan textos imponentes y emotivos para mostrarnos todas las caras del sufrimiento y una esperanza razonable hacia la paz.