Un meteorito atraviesa millones de kilómetros e impacta en las colinas de Arkham. Al romperse, una tonalidad supranatural, nunca vista, emerge e infecta las napas de un pozo de agua. Con el paso del tiempo, el color pasa a los árboles, a los animales y a los seres humanos, a quienes trastorna y enloquece. La amenaza cobra un carácter impenetrable y escapar se vuelve imposible.
En El color que cayó del cielo, H. P. Lovecraft —maestro indiscutido del gótico estadounidense y autor central del catálogo de Libros del Zorro Rojo— consigue arrastrar al lector a una vorágine de terror metafísico, en el que la fragilidad del ser humano frente a lo incomprensible se torna evidente. La podredumbre va penetrando en los seres que habitan esa tierra, incapaces de hacer nada frente a la muerte que acecha cada vez más cerca.
Las ilustraciones de Salvador Sanz, de marcado estilo hiperrealista, rubrican esta novela corta para jóvenes y adultos —traducida por Elvio Gandolfo— a través de un poderoso manejo de contrastes y de la irrupción de la luz. La mitología lovecraftiana toma nueva vida a través de la técnica de Sanz, quien recrea con maestría el hedor que rodea los bosques tenebrosos de Arkham y logra plasmar el horror cósmico a través de la potencia del color.
Un meteorito atraviesa millones de kilómetros e impacta en las colinas de Arkham. Al romperse, una tonalidad supranatural, nunca vista, emerge e infecta las napas de un pozo de agua. Con el paso del tiempo, el color pasa a los árboles, a los animales y a los seres humanos, a quienes trastorna y enloquece. La amenaza cobra un carácter impenetrable y escapar se vuelve imposible.
En El color que cayó del cielo, H. P. Lovecraft —maestro indiscutido del gótico estadounidense y autor central del catálogo de Libros del Zorro Rojo— consigue arrastrar al lector a una vorágine de terror metafísico, en el que la fragilidad del ser humano frente a lo incomprensible se torna evidente. La podredumbre va penetrando en los seres que habitan esa tierra, incapaces de hacer nada frente a la muerte que acecha cada vez más cerca.
Las ilustraciones de Salvador Sanz, de marcado estilo hiperrealista, rubrican esta novela corta para jóvenes y adultos —traducida por Elvio Gandolfo— a través de un poderoso manejo de contrastes y de la irrupción de la luz. La mitología lovecraftiana toma nueva vida a través de la técnica de Sanz, quien recrea con maestría el hedor que rodea los bosques tenebrosos de Arkham y logra plasmar el horror cósmico a través de la potencia del color.