Sólo la fecundidad literaria de un gran autor como Bruce Marshall es capaz de ofrecernos ejemplos tan claros de su inagotable ingenio como el que nos describe en “Operación Iscariote”. La gracia, el humor, la ironía de la más fina ley son las características que envuelven los personajes y sus aventuras, que convergen en un complicado asunto de espionaje y contraespionaje, cuyo personaje central, portador y custodio de los datos que confirman la supremacía nuclear norteamericana sobre la soviética, se ve envuelto en los más inesperados lances, en los cuales siempre se halla una hermosa mujer.
Sólo la fecundidad literaria de un gran autor como Bruce Marshall es capaz de ofrecernos ejemplos tan claros de su inagotable ingenio como el que nos describe en “Operación Iscariote”. La gracia, el humor, la ironía de la más fina ley son las características que envuelven los personajes y sus aventuras, que convergen en un complicado asunto de espionaje y contraespionaje, cuyo personaje central, portador y custodio de los datos que confirman la supremacía nuclear norteamericana sobre la soviética, se ve envuelto en los más inesperados lances, en los cuales siempre se halla una hermosa mujer.