Kallocaína es el nombre del suero de la verdad que el científico Leo Kall ha inventado para garantizar al Estado seguridad y estabilidad, pero la verdad se escapa a la instrumentalización y sus efectos son demoledores: el protagonista asiste horrorizado al surgir gradual de una conciencia individual y autónoma con la que intenta luchar.
Escrito en 1940, Kallocaína es una novela antiutópica, en la línea de 1984 que Orwell publicó unos años más tarde, inspirada en el apogeo del nacionalsocialismo en Alemania. Con la serie de novelas antiutópicas que vieron la luz en la segunda mitad del siglo xx, comparte la visión pesimista de un futuro totalitario y deshumanizado, pero lo que de Kallocaína algo único en su género es la concepción de la dictadura como algo inherente a la conciencia individual. Karin Boye describe con lucidez un futuro gris, dominado por un Estado policial que llega a invadir la esfera privada de los ciudadanos suprimiendo toda forma de libertad. Los hombres se han convertido en máquinas cuya función principal es reproducirse, obedecer y no sentir.
Karin Boye una de las personalidades más sensibles e innovadoras de la literatura escandinava de la primera mitad del siglo XX. Después de la Primera Guerra Mundial se une al movimiento pacifista Clarté y viaja por Europa, viviendo las inquietudes de su tiempo: visita la Unión Soviética de Stalin en 1928, la Alemania nazi de Hitler en 1932 y en 1938 la tan anhelada Grecia. Figura compleja y en continua lucha entre el compromiso político y social, el rigor moral y la necesidad de dejarse llevar por sus instintos más naturales, Karin Boye acabará suicidándose el 23 de abril de 1941, día en que los nazifascistas invaden Grecia.
A parte de numerosas antologías poéticas, escribió cinco novelas de las que Kallocaína es la más conocida.
Kallocaína es el nombre del suero de la verdad que el científico Leo Kall ha inventado para garantizar al Estado seguridad y estabilidad, pero la verdad se escapa a la instrumentalización y sus efectos son demoledores: el protagonista asiste horrorizado al surgir gradual de una conciencia individual y autónoma con la que intenta luchar.
Escrito en 1940, Kallocaína es una novela antiutópica, en la línea de 1984 que Orwell publicó unos años más tarde, inspirada en el apogeo del nacionalsocialismo en Alemania. Con la serie de novelas antiutópicas que vieron la luz en la segunda mitad del siglo xx, comparte la visión pesimista de un futuro totalitario y deshumanizado, pero lo que de Kallocaína algo único en su género es la concepción de la dictadura como algo inherente a la conciencia individual. Karin Boye describe con lucidez un futuro gris, dominado por un Estado policial que llega a invadir la esfera privada de los ciudadanos suprimiendo toda forma de libertad. Los hombres se han convertido en máquinas cuya función principal es reproducirse, obedecer y no sentir.
Karin Boye una de las personalidades más sensibles e innovadoras de la literatura escandinava de la primera mitad del siglo XX. Después de la Primera Guerra Mundial se une al movimiento pacifista Clarté y viaja por Europa, viviendo las inquietudes de su tiempo: visita la Unión Soviética de Stalin en 1928, la Alemania nazi de Hitler en 1932 y en 1938 la tan anhelada Grecia. Figura compleja y en continua lucha entre el compromiso político y social, el rigor moral y la necesidad de dejarse llevar por sus instintos más naturales, Karin Boye acabará suicidándose el 23 de abril de 1941, día en que los nazifascistas invaden Grecia.
A parte de numerosas antologías poéticas, escribió cinco novelas de las que Kallocaína es la más conocida.