La historia sería, tal como la concibe Carlo Ginzburg, una disciplina que funcionaría mediante fragmentos: una averiguación, una pesquisa que pone en relación conjetural vestigios, huellas, indicios. ¿Y la microhistoria? se preguntan los autores. Al intentar definir la corriente, que es lo que se proponen en este libro, se encuentran con la falta de una precisión conceptual de un sistema conocido.
La historia sería, tal como la concibe Carlo Ginzburg, una disciplina que funcionaría mediante fragmentos: una averiguación, una pesquisa que pone en relación conjetural vestigios, huellas, indicios. ¿Y la microhistoria? se preguntan los autores. Al intentar definir la corriente, que es lo que se proponen en este libro, se encuentran con la falta de una precisión conceptual de un sistema conocido.