Este libro es el segundo cuaderno de viajes para la editorial Kalandraka, despues del dedicado a la ciudad de Compostela. Lisboa es un libro de artista en el que el autor intenta plasmar la fascinación por la ciudad portuguesa con una treintena de dibujos a través de los cuales muestra distintos espacios de la capital -tanto los conocidos como los menos populares en las guías turísticas- desde puntos de vista sorprendentes, introduciendo elementos imaginarios a la vez que recoje la esencia del paisaje y la identidad lisboeta: la luminosidad de los lugares, las calle empedradas, el colorido de los tendales y los azulejos, el ambiente acogedor de las plazas, los jardines y terrazas salpicados entre la arquitectura doméstica y monumental…
Es un agradable paseo veraniego guiados por un alter-ego que se desplaza en bicicleta. A su alrededor, una serie de elementos simbólicos: el tranvía, las sardinas que revolotean en cada rincón, y algún que otro homenaje...
De esta manera tan peculiar, los trazos de esta obra son una invitación a ver Lisboa con otros ojos; o a conocer la ciudad, recordarla y volver a ella.
Este libro es el segundo cuaderno de viajes para la editorial Kalandraka, despues del dedicado a la ciudad de Compostela. Lisboa es un libro de artista en el que el autor intenta plasmar la fascinación por la ciudad portuguesa con una treintena de dibujos a través de los cuales muestra distintos espacios de la capital -tanto los conocidos como los menos populares en las guías turísticas- desde puntos de vista sorprendentes, introduciendo elementos imaginarios a la vez que recoje la esencia del paisaje y la identidad lisboeta: la luminosidad de los lugares, las calle empedradas, el colorido de los tendales y los azulejos, el ambiente acogedor de las plazas, los jardines y terrazas salpicados entre la arquitectura doméstica y monumental…
Es un agradable paseo veraniego guiados por un alter-ego que se desplaza en bicicleta. A su alrededor, una serie de elementos simbólicos: el tranvía, las sardinas que revolotean en cada rincón, y algún que otro homenaje...
De esta manera tan peculiar, los trazos de esta obra son una invitación a ver Lisboa con otros ojos; o a conocer la ciudad, recordarla y volver a ella.