1976

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En 2005, para el Concurso Anual de TEA y DeporTEA les propusimos a los alumnos, en conmemoración del 30° aniversario del golpe militar del 24 de marzo de 1976, que produjeran y redactaran notas, investigaciones, entrevistas, con fuentes vivientes, de primera mano, en torno de los hechos que los cruzados de Videla, Massera, y Agosti desencadenaron, en aquel entonces, en la Argentina. Y que reconstruyeran, esta vez si en los archivos, el día a día de 1976.
Del certamen participaron 79 alumnos entre TEA y DeporTEA. Los jurados fueron, en un caso, María Seoane , Felipe Pigna y Eduardo Anguita . En el otro, Ezequiel Fernández Moores , Daniel Jacubovich y Juan Sasturain .
Los resultados están en este libro. Las investigaciones y las entrevistas premiadas se publican integras. De los trabajos que no se estuvieron ente los ganadores hemos seleccionado fragmentos de las numerosas declaraciones que sus autores obtuvieron y que se publican en carácter de testimonios. Sus jóvenes autores imaginaron sus notas, eligieron, buscaron, preguntaron y escucharon. Pensaron. Escribieron. Y transformaron en actualidad aquel pasado que tal vez no les haya resultado tan remoto como habían supuesto. La transcripción reducida de dos mesas redondas al cabo de las cuales los estudiantes dialogaron con Nora Cortiñas, Victor de Gennaro, Carlos Heller, y Claudio Morresi, entre otros protagonistas de aquella y de esta actualidad, completan la primera parte del libro.
La cronología que lo concluye no lo es de los hechos efectivamente sucedidos en 1976, y tal como sucedieron, sino de los hechos que relató la prensa gráfica a lo largo de 1976, tal como los relató. Baste como ejemplo la ausencia de una noticia que dejó perplejo a muchos de los autores del trabajo: no hay en el mes de septiembre ninguna mención de secuestro, en La Plata, de los estudiantes secundarios cuya historia se condensa en la expresión La noche de los lápices. Es que esa información no salió en los diarios de 1976. Para sus lectores de entonces, ese acto de barbarie no sucedió. Lo que sí recoge la cronología es la sofocante reiteración de las noticias que daban cuenta, casi burocráticamente, del exterminio que los dictadores ejecutaban. Y el lenguaje oficial, que los medios reproducían sin pudor y que dice tanto acerca del Terrorismo de Estado como los hechos mismos.