El síndrome de las ciudades hermosas se lee con un interés continuo, sostenido por el encanto de su mundo narrativo: una ciudad inventada, un director de cine y un intérprete alternan escenas de rodajes, de búsqueda y de misterio mientras se devela un enigmático universo.
La cuidada caracterización de los protagonistas, el buen manejo de los diálogos y el desarrollo de la narración, estructuran una ocurrente historia, cargada de imágenes potentes y escenografías quiméricas que terminan por imponerse.
***
El Premio Gutenberg fue organizado por la Unión Europea y Fin de Siglo para uruguayos o residentes en Uruguay menores de treinta años. Los concursantes se recibieron bajo seudónimo y le jurado –Jaime Clara, Débora Quiring y Edmundo Canalda– se reveló al mismo tiempo que se hizo público el fallo: el 2 de setiembre de 2015.
La ganadora fue Carolina Cynovich con El síndrome de las ciudades hermosas.
Matías Mateus recibió una mención por La partida del siglo.
El síndrome de las ciudades hermosas se lee con un interés continuo, sostenido por el encanto de su mundo narrativo: una ciudad inventada, un director de cine y un intérprete alternan escenas de rodajes, de búsqueda y de misterio mientras se devela un enigmático universo.
La cuidada caracterización de los protagonistas, el buen manejo de los diálogos y el desarrollo de la narración, estructuran una ocurrente historia, cargada de imágenes potentes y escenografías quiméricas que terminan por imponerse.
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El Premio Gutenberg fue organizado por la Unión Europea y Fin de Siglo para uruguayos o residentes en Uruguay menores de treinta años. Los concursantes se recibieron bajo seudónimo y le jurado –Jaime Clara, Débora Quiring y Edmundo Canalda– se reveló al mismo tiempo que se hizo público el fallo: el 2 de setiembre de 2015.
La ganadora fue Carolina Cynovich con El síndrome de las ciudades hermosas.
Matías Mateus recibió una mención por La partida del siglo.