El tema central de esta novela es el contraste entre la esperanza, la ilusión y la ternura ante los hijos pequeños y la amarga realidad que suelen enfrentar los padres cuando esos mismo niños se han convertido en adolescentes o inician su primera juventud. Vivimos una época en que tantos jóvenes, exaltados oír la propaganda comercial y adulados por los políticos, no solo desconocen su ignorancia sino que pretenden imponerla con la más agresiva pedantería; su egocentrismo, su irresponsabilidad y su desconsideración son el resultado directos de haberlos educado con una blandura cuyos resultados funestos se hacen patentes en cada familia.
Tres madres -la casada, la separada, la viuda- sobrellevan, con diversa fortuna, las tribulaciones, a veces humorísticas, a veces dramáticas, que les infligen sus hijos. En el mundo contemporáneo se ha vuelto hábito el análisis psicológico de los jóvenes iracundos, dedicados a protestar contra el resultado del esfuerzo ajeno; no es inoportuno dejar entrever, como saludable variante, el punto de vista de los padres.
El tema central de esta novela es el contraste entre la esperanza, la ilusión y la ternura ante los hijos pequeños y la amarga realidad que suelen enfrentar los padres cuando esos mismo niños se han convertido en adolescentes o inician su primera juventud. Vivimos una época en que tantos jóvenes, exaltados oír la propaganda comercial y adulados por los políticos, no solo desconocen su ignorancia sino que pretenden imponerla con la más agresiva pedantería; su egocentrismo, su irresponsabilidad y su desconsideración son el resultado directos de haberlos educado con una blandura cuyos resultados funestos se hacen patentes en cada familia.
Tres madres -la casada, la separada, la viuda- sobrellevan, con diversa fortuna, las tribulaciones, a veces humorísticas, a veces dramáticas, que les infligen sus hijos. En el mundo contemporáneo se ha vuelto hábito el análisis psicológico de los jóvenes iracundos, dedicados a protestar contra el resultado del esfuerzo ajeno; no es inoportuno dejar entrever, como saludable variante, el punto de vista de los padres.