Manuel Azaña empezó a escribir Fresdeval tras el fracaso del pronunciamiento de Jaca, en diciembre de 1931. Escondido en casa de su suegro, y habiendo hecho correr el rumor de que se encontraba en Francia, completó el primer capítulo de la novela, así como parte del segundo, que quedó interrumpido tras el triunfo republicano en las elecciones municipales, exactamente el 14 de abril de 1931. En 1934, tras el poco éxito obtenido por las izquierdas en las elecciones del año anterior, vuelve al trabajo literario. Los acontecimientos de octubre en Barcelona y Asturias, el encarcelamiento de Azaña y la campaña propagandística que culmina con la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, interrumpen de nuevo a la obra. Azaña piensa en continuarla, aunque posterga el ponerse manos a la obra, una vez elegido Presidente de la República y, en un postrer intento, ya en el exilio francés, poco antes de su muerte ocurrida en 1940.
La afortunada recuperación, en 1984, del original ológrafo, junto con la de algunas partes mecanografiadas, también con variantes respecto a la versión final de la novela de Manuel Azaña, Fresdeval, sustraída por agentes de la Gestapo alemana del Gobierno español de la casa que habitaban Azaña y su familia política en Pylasur-Mer, Francia, en 1940, ha hecho posible la preparación de esta edición de la obra, primera que se hace en España.
Manuel Azaña empezó a escribir Fresdeval tras el fracaso del pronunciamiento de Jaca, en diciembre de 1931. Escondido en casa de su suegro, y habiendo hecho correr el rumor de que se encontraba en Francia, completó el primer capítulo de la novela, así como parte del segundo, que quedó interrumpido tras el triunfo republicano en las elecciones municipales, exactamente el 14 de abril de 1931. En 1934, tras el poco éxito obtenido por las izquierdas en las elecciones del año anterior, vuelve al trabajo literario. Los acontecimientos de octubre en Barcelona y Asturias, el encarcelamiento de Azaña y la campaña propagandística que culmina con la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, interrumpen de nuevo a la obra. Azaña piensa en continuarla, aunque posterga el ponerse manos a la obra, una vez elegido Presidente de la República y, en un postrer intento, ya en el exilio francés, poco antes de su muerte ocurrida en 1940.
La afortunada recuperación, en 1984, del original ológrafo, junto con la de algunas partes mecanografiadas, también con variantes respecto a la versión final de la novela de Manuel Azaña, Fresdeval, sustraída por agentes de la Gestapo alemana del Gobierno español de la casa que habitaban Azaña y su familia política en Pylasur-Mer, Francia, en 1940, ha hecho posible la preparación de esta edición de la obra, primera que se hace en España.