Eduardo López es profesor en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, institución en la cual es editor de la revista de literatura Tierra baldía. Algunas veces coordina talleres de creación literaria. También escribe narrativa y literatura dramática. Es autor de Camila la rescatada .
Lujurias y constelaciones es un poema extenso y dinámico en el que se transita por el desamor, la muerte y la poesía, desde la noche cósmica y total hasta el derrumbe de un auto ebrio. Así, con sentido cosmogónico y cotidiano, las imágenes acontecen tambaleantes entre los dos extremos de lo escatológico: el fin de los tiempos en el universo y lo más inmediato y oscuro de las pasiones humanas, sus demonios y sus fisiologías. Concebido como un viaje personal, pero también como un despliegue apto para cualquier persona, este poema busca entender el destino, ya sea en lo celeste de las constelaciones o en lo terrestre de los sentidos corporales. Una mitológica y odiseica piel de carnero se tiende al inicio de sus páginas; al final un auto ebrio --actualización del barco ebrio de Rimbaud-- termina su derrumbe.
Eduardo López es profesor en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, institución en la cual es editor de la revista de literatura Tierra baldía. Algunas veces coordina talleres de creación literaria. También escribe narrativa y literatura dramática. Es autor de Camila la rescatada .
Lujurias y constelaciones es un poema extenso y dinámico en el que se transita por el desamor, la muerte y la poesía, desde la noche cósmica y total hasta el derrumbe de un auto ebrio. Así, con sentido cosmogónico y cotidiano, las imágenes acontecen tambaleantes entre los dos extremos de lo escatológico: el fin de los tiempos en el universo y lo más inmediato y oscuro de las pasiones humanas, sus demonios y sus fisiologías. Concebido como un viaje personal, pero también como un despliegue apto para cualquier persona, este poema busca entender el destino, ya sea en lo celeste de las constelaciones o en lo terrestre de los sentidos corporales. Una mitológica y odiseica piel de carnero se tiende al inicio de sus páginas; al final un auto ebrio --actualización del barco ebrio de Rimbaud-- termina su derrumbe.