Es verdad que Sahagún inquirió motivado por su celo religioso. Diseñó así un método de investigación para conocer las cosas naturales, humanas, y sobre todo las que consideró execrables idolatrías. Pero también es cierto que llegó a admirar a tal grado la cultura indígena que, al transcribir las oraciones a Tezcatlipoca, afirmó que en ellas "se ponen muchas delicadezas en sentencia y en lenguaje".
Es verdad que Sahagún inquirió motivado por su celo religioso. Diseñó así un método de investigación para conocer las cosas naturales, humanas, y sobre todo las que consideró execrables idolatrías. Pero también es cierto que llegó a admirar a tal grado la cultura indígena que, al transcribir las oraciones a Tezcatlipoca, afirmó que en ellas "se ponen muchas delicadezas en sentencia y en lenguaje".