"Sevilla fue para Juan Ramón una referencia biográfica de primer orden desde su llegada en 1896. En ella permaneció hasta 1900, viviendo experiencias de bohemia y esparcimiento que nos dan la clave de su persistente nostalgia de la ciudad, asociada al recuerdo de esa primera juventud feliz y despreocupada en la que apenas frecuentó la Universidad y sí cenáculos artísticos y literarios. El resultado de su devoción es esta gavilla de breves poemas en prosa que hoy podemos admirar en su estilizada belleza como pequeñas piezas maestras de una inacabada sinfonía lírica y sentimental"
"Sevilla fue para Juan Ramón una referencia biográfica de primer orden desde su llegada en 1896. En ella permaneció hasta 1900, viviendo experiencias de bohemia y esparcimiento que nos dan la clave de su persistente nostalgia de la ciudad, asociada al recuerdo de esa primera juventud feliz y despreocupada en la que apenas frecuentó la Universidad y sí cenáculos artísticos y literarios. El resultado de su devoción es esta gavilla de breves poemas en prosa que hoy podemos admirar en su estilizada belleza como pequeñas piezas maestras de una inacabada sinfonía lírica y sentimental"