Luis Goytisolo sigue avanzando en el proceso de depuración y concisión en el que lleva tiempo embarcado como narrador, y del que fue un buen ejemplo su anterior libro, Coincidencias. Aquí, con estas Chispas, va un paso más allá en su destilación literaria, dando rienda suelta al erotismo y a un humor insensible al paso del tiempo.
La sonrisa del carrolliano gato de Cheshire sirve de pórtico a este libro, que contempla sin piedad –y con un humor de lo más singular– la generalizada estulticia del mundo actual, retratado en forma de viñetas que escrutan comportamientos, actitudes y conversaciones. Por estas páginas desfilan los móviles que acaparan toda la atención, las hirsutas barbas hípsters y la moda de la depilación corporal; los botellones y las raves; la dictadura de lo digital, de las dietas y de lo políticamente correcto; los libros de autoayuda y la pretenciosidad artística. Y también situaciones disparatadas como las de un par de ménages à trois que toman derivas imprevistas, la incansable actitud fisgona de un quisquilloso detective de hotel, la afición de Joyce por la escatología…
Luis Goytisolo sigue avanzando en el proceso de depuración y concisión en el que lleva tiempo embarcado como narrador, y del que fue un buen ejemplo su anterior libro, Coincidencias. Aquí, con estas Chispas, va un paso más allá en su destilación literaria, dando rienda suelta al erotismo y a un humor insensible al paso del tiempo.
La sonrisa del carrolliano gato de Cheshire sirve de pórtico a este libro, que contempla sin piedad –y con un humor de lo más singular– la generalizada estulticia del mundo actual, retratado en forma de viñetas que escrutan comportamientos, actitudes y conversaciones. Por estas páginas desfilan los móviles que acaparan toda la atención, las hirsutas barbas hípsters y la moda de la depilación corporal; los botellones y las raves; la dictadura de lo digital, de las dietas y de lo políticamente correcto; los libros de autoayuda y la pretenciosidad artística. Y también situaciones disparatadas como las de un par de ménages à trois que toman derivas imprevistas, la incansable actitud fisgona de un quisquilloso detective de hotel, la afición de Joyce por la escatología…