A medio camino entre el Weird Fiction y la novela Pulp, Miles de ojos es un viaje delirante por una Bolivia que resulta familiar y apocalíptica. La historia, en la que se enmarcan una serie de personajes a lo largo de los años, tiene como epicentro a un culto que venera a los muscle cars y que pretende utilizar un Plymouth Road Runner de 1970 como instrumento ritual para la liberación de una entidad que denominan El Sueño. La reescritura del mito de Leviatán: la fascinación que produce su capacidad destructora, la velocidad como éxtasis supremo, la mutación de la máquina en naturaleza y en paisaje mental. Esta novela onírica y tan difícil de clasificar es una exploración del cuerpo y de su porosidad, eso tan cercano y tan desconocido que, como acertadamente Paul Valery lo dijo, nos pertenece un poco menos de lo que nosotros le pertenecemos.
“Esta novela extraña y fascinante de Maximiliano Barrientos reúne su escritura elegante de siempre con referencias y obsesiones pías: la fusión es extravagante e intensa. El culto a los autos y a la velocidad elevado a religión, black metal, rituales, Ballard y Mad Max en Bolivia. No sé si hay escritores así de arriesgados en América Latina”.
Mariana Enriquez
A medio camino entre el Weird Fiction y la novela Pulp, Miles de ojos es un viaje delirante por una Bolivia que resulta familiar y apocalíptica. La historia, en la que se enmarcan una serie de personajes a lo largo de los años, tiene como epicentro a un culto que venera a los muscle cars y que pretende utilizar un Plymouth Road Runner de 1970 como instrumento ritual para la liberación de una entidad que denominan El Sueño. La reescritura del mito de Leviatán: la fascinación que produce su capacidad destructora, la velocidad como éxtasis supremo, la mutación de la máquina en naturaleza y en paisaje mental. Esta novela onírica y tan difícil de clasificar es una exploración del cuerpo y de su porosidad, eso tan cercano y tan desconocido que, como acertadamente Paul Valery lo dijo, nos pertenece un poco menos de lo que nosotros le pertenecemos.
“Esta novela extraña y fascinante de Maximiliano Barrientos reúne su escritura elegante de siempre con referencias y obsesiones pías: la fusión es extravagante e intensa. El culto a los autos y a la velocidad elevado a religión, black metal, rituales, Ballard y Mad Max en Bolivia. No sé si hay escritores así de arriesgados en América Latina”.
Mariana Enriquez