En el mundo náhuatl prehispánico, la sexualidad y su expresión erótica tenían una importancia vital. Contenida por diques socio-éticos que las costumbres y la moral vigentes establecían para la vida cotidiana, era ritualmente canalizada para lograr efectos mágico-religiosos, o se desparramaba espontáneamente en espacios y momentos de recreo y
esparcimiento socialmente definidos. Múltiples son las manifestaciones culturales que revelan un erotismo sutil o exacerbado de los antiguos nahuas. Es, sin embargo, el canto-baile ahuilcuicatl “canto de placer”, por la motricidad voluptuosa del cuerpo, las inflexiones “traviesas” de la voz y la ambigüedad alburera de las palabras, el que constituyó el medio expresivo por excelencia del erotismo náhuatl prehispánico.
En el mundo náhuatl prehispánico, la sexualidad y su expresión erótica tenían una importancia vital. Contenida por diques socio-éticos que las costumbres y la moral vigentes establecían para la vida cotidiana, era ritualmente canalizada para lograr efectos mágico-religiosos, o se desparramaba espontáneamente en espacios y momentos de recreo y
esparcimiento socialmente definidos. Múltiples son las manifestaciones culturales que revelan un erotismo sutil o exacerbado de los antiguos nahuas. Es, sin embargo, el canto-baile ahuilcuicatl “canto de placer”, por la motricidad voluptuosa del cuerpo, las inflexiones “traviesas” de la voz y la ambigüedad alburera de las palabras, el que constituyó el medio expresivo por excelencia del erotismo náhuatl prehispánico.